Ya estamos de nuevo en el mundo desarrollado, de vuelta en Tailandia, concretamente en Chiang Mai. Hemos cerrado la etapa de Laos, que mas o menos ha sido la primera mitad del viaje. Nos da un poco de pena dejar Laos porque nos ha gustado mucho su ritmo de vida tranquilo, los pocos coches comparativamente y los paisajes preciosos, ademas del tiempo bastante mas fresco... Pero bueno, las cosas son asi y ahora nos toca ir bajando a la playa, que tambien apetece bastante.
Desde Luang Prabang subimos navegando por el Mekong en una barcaza para pasageros, o mas bien, para turistas, jejeje. Antes se utilizaba mucho el rio como via de transporte, pero poco a poco se ha ido sustituyendo por las carreteras que son mas rapidas. Sin embargo el rio sigue siendo la primera eleccion para los turistas que hacemos este trayecto hacia la frontera norte con Tailandia, dado que las carreteras dan miles de vueltas. Los chinos son los que han construido esa red de carreteras para poder transportar sus mercancias a Tailandia y Laos, asi que esta disenhada segun sus necesidades, aparte de no ser tampoco muy rapida y comoda.
En fin, que subimos por el rio en dos dias de navegacion con una noche entre medias en un pueblo intermedio, Pak Beng. Las guias, y los comentarios de la gente que ha ido, meten bastante miedo respecto a la comodidad del barco (asientos de madera duros e incomodos, mucha mas gente de lo que cabe en realidad...) pero nos hemos encontrado con una barcaza muy comoda, con asientos de autobus y casi vacia, con lo que los dos dias de 9 horas se han hecho bastante llevaderos. A esto ayuda especialmente que los paisajes merecen mucho la pena.
El resultado es que los dos dias son algo parecido a un crucero, porque vas comodo, te desplazas y ves paisajes muy majos. Hay aldeas muy pequenhas entre los arboles selvaticos a la orilla dle Mekong, muchisimas piraguas de pescadores que parecen pasarse el dia ahi los pobres echando la linha. La gente hace su vida en el rio: se banhan, nadan, juegan, algunos buscan oro como en las pelis del oeste, hay perros por ahi, y con un poco de suerte, puedes ver algun bicho (bufalos, vacas, cabras, cerdos...). En nuestro caso ademas tuvismos la gran suerte de ver dos elefantes de los que utilizan para transportar troncos procedentes de las zonas de tala masiva. Los pobres tienen que arrastrar cientos de kilos y no parece que les resulte tan facil com uno pensaria. Por lo visto estan perdiendo elefantes porque no son conscientes del excesivo esfuerzo que les exigen y no se ponen un limite, con lo que los animales mueren. Hay alguna ONG que esta tratando de ensenharles a cuidarlos bien, asi como cambiando el uso que hacen de ellos y enfocarlo al turismo que da mas dinero y es menos sufrido.
Tras el trayecto en barco se llega a Huay Xai, la frontera laosiana con tailandia. Esta es mucho mas tranquila de lo normal en las fronteras de por aqui, al menos que hayamos visto. No tardamos ni diez minutos en salir de Laos, cruzar el rio y tramitar el visado de Tailandia. Un placer.
Parece que la tienda de Duty Free no estaba demasiado surtida... :-P
Bueno, con esto terminamos esta nueva entrada y nos vamos al mercadito nocturno de Chiang Mai, que tenemos ganas de mirar alguna cosita...
Ciao!!
Desde Luang Prabang subimos navegando por el Mekong en una barcaza para pasageros, o mas bien, para turistas, jejeje. Antes se utilizaba mucho el rio como via de transporte, pero poco a poco se ha ido sustituyendo por las carreteras que son mas rapidas. Sin embargo el rio sigue siendo la primera eleccion para los turistas que hacemos este trayecto hacia la frontera norte con Tailandia, dado que las carreteras dan miles de vueltas. Los chinos son los que han construido esa red de carreteras para poder transportar sus mercancias a Tailandia y Laos, asi que esta disenhada segun sus necesidades, aparte de no ser tampoco muy rapida y comoda.
En fin, que subimos por el rio en dos dias de navegacion con una noche entre medias en un pueblo intermedio, Pak Beng. Las guias, y los comentarios de la gente que ha ido, meten bastante miedo respecto a la comodidad del barco (asientos de madera duros e incomodos, mucha mas gente de lo que cabe en realidad...) pero nos hemos encontrado con una barcaza muy comoda, con asientos de autobus y casi vacia, con lo que los dos dias de 9 horas se han hecho bastante llevaderos. A esto ayuda especialmente que los paisajes merecen mucho la pena.
El resultado es que los dos dias son algo parecido a un crucero, porque vas comodo, te desplazas y ves paisajes muy majos. Hay aldeas muy pequenhas entre los arboles selvaticos a la orilla dle Mekong, muchisimas piraguas de pescadores que parecen pasarse el dia ahi los pobres echando la linha. La gente hace su vida en el rio: se banhan, nadan, juegan, algunos buscan oro como en las pelis del oeste, hay perros por ahi, y con un poco de suerte, puedes ver algun bicho (bufalos, vacas, cabras, cerdos...). En nuestro caso ademas tuvismos la gran suerte de ver dos elefantes de los que utilizan para transportar troncos procedentes de las zonas de tala masiva. Los pobres tienen que arrastrar cientos de kilos y no parece que les resulte tan facil com uno pensaria. Por lo visto estan perdiendo elefantes porque no son conscientes del excesivo esfuerzo que les exigen y no se ponen un limite, con lo que los animales mueren. Hay alguna ONG que esta tratando de ensenharles a cuidarlos bien, asi como cambiando el uso que hacen de ellos y enfocarlo al turismo que da mas dinero y es menos sufrido.
Tras el trayecto en barco se llega a Huay Xai, la frontera laosiana con tailandia. Esta es mucho mas tranquila de lo normal en las fronteras de por aqui, al menos que hayamos visto. No tardamos ni diez minutos en salir de Laos, cruzar el rio y tramitar el visado de Tailandia. Un placer.
Parece que la tienda de Duty Free no estaba demasiado surtida... :-P
Bueno, con esto terminamos esta nueva entrada y nos vamos al mercadito nocturno de Chiang Mai, que tenemos ganas de mirar alguna cosita...
Ciao!!
